VamosBerreandoloimposible

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Cada vez tengo más claro que es imposible que la justicia sea eso, justa.

Ya sospecho que no existe para un grupo que, vamos, parece que nacemos estrellados. Pues solo es echar mano del ábaco simple y, es eso, que siempre pagamos el pato los mismos.

El caso es ese, pues los que se pasan kínder y mitad, que son sinvergüenzas con bandera y palo, y más descarados que la puerta de una caja fuerte transparente con ventana a la calle, y pues eso, que lo cierto ejke estos tienen la mayor de las suertes y, solo con ellos es quien doña justicia está siempre pendiente y desvelada por que todo les salga bien.

¡Igual es como una madre consentidora! De esas de que lo que sea para sus hijos, aunque no sea justo para los demás. Y claro, al resto, pues que nos den.

Es como si algo más fuerte que nuestros actos fueran quienes impulsasen a que eso que llamamos la mala suerte actúe y, aun obrando bien, correcta y responsablemente, pues que la justicia no llega y jamás es justa. Vamos que ella, la justicia, siempre nos brilla por su ausencia.

Es como si eso que llamamos: “los malos” siempre salieran triunfantes. Hagan lo que hagan.

Y bien pensado, pues que los marrulleros, estafadores… y no, no hablo ahora de políticos y gente que solo busca hacer dinero fácil.  

Aunque claro que, eso del dinero va tan asociado a la suerte y el poder y con ello la justicia…

Pero, será como decía una señora muy sabia: “Hija, si no te haces rica a los cuarenta por no ser capaz de quedarte con lo que no es tuyo; no te molestes demasiado. Porque o te toca una gran lotería, naces en cuna y heredas, o me da que mejor optes por  vivir lo mejor que puedas, que el dinero, no te sobrará nunca y, con ello te faltará la suerte, sobre todo esa que se compra…

Así que, aunque los sabios también aseguren que la vida es justa con dichos tan valiosos como: “La vida lo que quita por un sitio lo da por otro” “Cada cerdo tiene su San Martín” “La justicia llega, tarde, pero llega”  y cientos de sabios dichos del refranero…

El caso que así pensando ¡Oye, qué siempre he visto a la justicia inclinada!

Y aunque aseguren que ella, la justicia, por refranes y demás mongotordios, en sí misma se encarga y recompensa para equilibrar las carencias que nos van surgiendo y, reafirman ese que siempre llega y repara. Y… pues no sé, ya que, por tanto, si mal no comprendo  se ve que la vida usando esas leyes no escritas de la compensación, pues que se las ingenia para que de algún modo se logre el reajuste necesario para que al final, pues cada uno tenga la justicia que merece.

Y no sé,  me da que así, lo que es así, pues no van las cosas. Somos muchos para los que la justicia pasa de largo.

Imperio.