Berriaspasadas

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  Cuando menos te lo esperas aparece el pasado, supongo que, sorprende de habitual a cualquiera, pero en mi caso, con la cosa esta de recordar a medias, reconozco que, a pesar de que mucho de mí se perdió, sigo estando en el mismo sitio, que queda mucho de mí misma.

  Seguramente tenía alguno más de 18 cursando cuarto de aquello que tanto esfuerzo me costó, total, para nada, pues quinto se quedó sin hacer… Aquellos cursos eran presenciales, pero, como en todo, quien tiene padrinos no se ahoga en la pila, y tan sólo, iba en total un par de meses en curso lectivo a recoger material para estudio y para los exámenes, pues trabaja y… en fin.

  En aquel tiempo llegué a un acuerdo con mi jefe que no duró hasta final de los cursos, pues en el último tuve que dejarlo, pero mientras me dejó, trabajaba más horas a diario que guardaba con tal de ir a principios de trimestre fuera de mi comunidad para ir a clase, recoger material, y o exámenes.

  Cuando iba allí, me alojaba en un piso habitado por 7 estudiantes. Compartía habitación con la que tocase, nunca puse reparos… pero hubo una, que era llegar y a saltitos solicitaba que me quedara con ella. Vivian en un piso alquilado antiguo de 7 habitaciones.

  Nunca entendí por qué quería que me quedase con ella, no tenía la habitación más espaciosa y por quedarme podía hacerlo en el salón, pero cómo me daba lo mismo, aun con el inconveniente, me quedaba allí infestada de un tremendo olor a pies…

  Hoy la vi, fui a mirar las listas de aceptados…, pues el 26 comenzaremos un curso de acceso a la universidad don soseras y la moi, y me la encontré.

  Lo cierto ejke no la recordaba, como no recuerdo tantas cosas… pero, ella se ha encargado de contarme, inclusive la trastada que, asegura, le hice en aquel tiempo, y de la cual, no se enteró de que era una trastada hasta hace pocos años mientras se lo contaba a su marido.

  Tras los saludos y contarme quien era, para eso de ubicarme, tras decirme el ya típico: “pero qué tripón tienes…” Cambió el tono, se ve que en aquel tiempo no me quiso tan mal, o, como según ella aseguraba, mantengo la misma mirada de niña… y al decirme esto, todo lo de tripón como que se me ha olvidado en un instante.

  Al cambiar de borde a encantadora, pues quieras que no, la he escuchado y, me contó que yo era un bicho, que le debía una, y que yo, era… tan guapa, tan simpática… vamos, que un poco más y me piro al pasado, pero como todo tiene un pero, me contó lo bicho que fui con ella, a pesar de que siempre quiso que me quedase a su lado…

   Supongo que será cierta la trastada, su marido se reía muchísimo al contarlo ella…, y seguro que sí, pues tengo esa alma de líos que, reconozco, aún me acompaña.

   A ella no ejke le olieran los pies, ejke la olían y de una manera espantosa, además, la higiene, para estudiar sanitario, pues como que no lo llevaba muy al día, todo lo contrario a mí, que estaba todo el día en la ducha.

  En la habitación que nos alojábamos, entre una puerta que daba a un balcón y su habitación, había una especie de jaula enorme y vacía. Ella siempre destrozaba un zapato, literalmente lo pudría del sudor, y uno de los que quedaron libres de compañero, los cuales, almacenaba en un rincón de la habitación, para ese gran detalle de pulcritud y que no faltase aroma.

  Yo, muy prudente, para dejarle un mensaje cifrado, coloqué uno de los zapatos dentro de la jaula, incluso le puse alpiste… A ella le encantó el detalle, decía que era muy ingeniosa y, aseguraba que allí se quedó…

  Insistía, entre la risa y, me la pegaste, que al resto de las chicas les encantó el detalle, diciendo, un: Mira, para que cante”… Nunca pilló la indirecta, hasta que un día, contándole a su marido que tuvo una compañera con mucho arte…, se enteró del pleno significado del detalle en la jaula, insistiéndome que ya no le huelen los pies…

  Y no sé, es agradable encontrarte con un pasado olvidado, y saber, que, en mucho, sigo siendo la misma de aquel entonces…, así, como muy diplomática, extremadamente seria y exageradamente formal.

Imperio

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2 respuestas a Berriaspasadas

  1. Ana Azul dijo:

    A veces cuando volvemos al pasado nos damos cuenta de que las cosas que nos chirriaban entonces, a lo mejor ahora nos dan igual, o nos sientan peor. Eso nos hace descubrir que los años cuando pasan le hacen ver a una las cosas desde otra percepción.
    Besitos
    Ana

  2. puck dijo:

    A veces me da la sensación de que se van depurando recuerdos y van quedándose las sensaciones buenas o quizás es con lo que quiero quedarme.
    Es divertida tu anécdota. He pillado lo del zapato en la jaula jaja. Si que tiene que ser despistada esa mujer.
    Besos reina.

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